Descripción:
El bizcocho de leche, también conocido como “bizcocho bañado” o “bizcocho de doble horneado”, es una variante del clásico bizcocho de pastel. Como sugiere el nombre, el bizcocho de leche se elabora incorporando leche a la masa del pastel, lo que da como resultado una textura más rica y cremosa. Luego se hornea dos veces para lograr su característica textura crujiente y una vida útil más prolongada.
El proceso de hacer un bizcocho de leche comienza con la preparación de una masa para pastel que incluye los ingredientes habituales como harina para todo uso, azúcar, huevos y mantequilla o aceite. Sin embargo, en esta variación, se agrega leche a la masa, lo que le da una consistencia cremosa y húmeda al pastel. Una vez que el pastel está horneado y completamente cocido, se deja enfriar y luego se corta en rodajas finas o rectángulos.
Luego, las rebanadas se vuelven a colocar en el horno para una segunda ronda de cocción a baja temperatura. Este proceso de doble horneado elimina la humedad del pastel, lo que da como resultado una textura crujiente y crocante que distingue a los bizcochos de los pasteles blandos normales.
Uso:
Los bizcochos de leche se pueden disfrutar de varias maneras:
- Hora del té/café: los bizcochos de leche son un acompañamiento perfecto para una taza de té o café caliente. La textura cremosa del bizcocho se combina maravillosamente con la calidez de la bebida, creando una experiencia reconfortante y satisfactoria.
- Inmersión: Al igual que otros bizcochos, los bizcochos de leche se pueden sumergir en su bebida caliente favorita. El interior con infusión de leche se suaviza ligeramente, mientras que la capa exterior conserva su textura crujiente, ofreciendo un delicioso contraste de textura.
- Merienda independiente: los bizcochos de leche son deliciosos por sí solos y se pueden disfrutar como una merienda rápida y sabrosa en cualquier momento que se te antoje algo crujiente.